Anclajes
Los anclajes ofrecen muchas ventajas, entre las cuales destacamos:
Un muro sostenido por una hilera de anclajes permite una clava menor respecto del que trabaja como autoportante. La clava mínima con dos o más hileras de anclaje se encuentra entre 1,5 y 2 m., economizando metros de excavación. De este modo se reducen los costes de excavación, de materiales y de tiempo insumido.
El anclaje hace que varíe la distribución de esfuerzos en el muro, que pasa de trabajar a modo de ménsula a una viga contínua. De esta manera disminuyen los esfuerzos, y ello permite adelgazar el espesor y el armado del muro.
Este sistema ofrece mayor seguridad en edificaciones contiguas pues elimina los movimientos habituales en muros de contención.
Mediante los anclajes se logra racionalizar y acortar los tiempos de construcción, ya que la excavación queda totalmente limpia.
Gran ventaja por la velocidad en la ejecución sobre todo en terrenos blandos, donde se alcanza hasta diez anclajes al día, con mayores rendimientos y menos jornadas de trabajo.
Tipos de Anclajes
Anclajes Temporales
Ciertos anclajes se utilizan en forma temporal, por ejemplo para el sostenimiento de un muro pantalla; cuando han finalizado los trabajos del mismo, el anclaje queda fuera de servicio, y aunque la corrosión afecte sus paredes metálicas, esto carece de importancia porque su función ha sido cumplida.
Anclajes Permanentes
Los anclajes permanentes cumplen la función de sujetar un muro de manera definitiva; tal es el caso de los muros de contención en carreteras, donde los anclajes son barras de acero con tratamiento anticorrosivo para evitar su deterioro.